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El Barça no tiene piedad en Huesca (0-4)


Los azulgranas liquidan al equipo local por la vía rápida gracias a los goles de Rakitic, Iniesta, Pedro y Rafinha.
En una lucha desigual entre dos mundos opuestos el Barça ha sellado su estreno en la Copa con una fácil victoria en Huesca, un rival de Segunda B que no ha podido hacer nada para frenar los fogonazos de talento de estrellas como Iniesta y Rakitic, que han brillado en el gélido Alcoraz (0-4). A base de golazos y calidad, el equipo de Luis Enrique puede pensar ya en los octavos de final sin preocuparse de una vuelta de trámite en el Camp Nou.

No jugaba el Barça en la Copa desde aquella maldita noche de Mestalla en la que Gareth Bale dejó a los azulgranas sin título con una galopada de 60 metros (1-2) que difícilmente olvidará Bartra. El central estaba esta vez también en el equipo titular, una alineación llena de novedades, un bloque compensado y peligroso, pero solo con cuatro posibles titulares en duelos de alto nivel (Ter Stegen, Mathieu, Iniesta y Rakitic).

Esa convocatoria de Luis Enrique ha causado una tremenda indignación en Huesca, una ciudad de 52.000 habitantes que jamás había visto en partido oficial al Barça. Tampoco al Madrid. No esperaban los oscenses que estuvieran todas las estrellas en el Alcoraz, pero sí al menos una entre Messi, Neymar y Suárez. Ese enfado no ha evitado que el estadio aragonés, en el que se instalaron gradas supletorias, tuviera un aspecto estelar, lleno de bufandas conmemorativas de una cita histórica para la localidad.

La llegada de Rakitic

Luis García Tevenet, preparador del Huesca, se ha sumado también a la fiesta. Ha renunciado a encerrarse sabiendo que en una eliminatoria a ida y vuelta nunca podría aspirar a nada. Ha salido a jugar el Huesca sin complejos y se llevó un revolcón. No estaban las primeras espadas del Barça, pero sí excelentes peloteros que desbordaron a un rival valiente que al menos no se arrugó.

En ese contexto han emergido los dos jugadores más talentosos que había sobre el césped: Andrés Iniesta, que ha reaparecido 40 días después de lesionarse en el Bernabéu y perderse siete encuentros, e Ivan Rakitic, que ha exhibido esa calidad y llegada que tanto necesita el equipo de Luis Enrique. Para eso llegó al Camp Nou. Ya es el tercer máximo goleador del equipo, pero puede dar más en partidos importantes. Otras notas interesantes han sido la actuación de Samper como pivote o los cambios de posiciones de los tres delanteros, con Rafinha empezando de falso nueve, Pedro muy incisivo y Munir tan activo como desacertado cara a gol.

Abrazo de Pedro y Montoya

El Barça no ha tenido piedad del modesto Huesca, que ha lucido de azulgrana frente al fosforito del cuadro culé. Rakitic, con un lanzamiento magistral de falta, ha abierto un paseo continuado por Iniesta. El astro manchego ha enganchado un gran disparo con el exterior que a más de uno le trasladó a Stamford Bridge. De Londres al Alcoraz pasando por el Soccer City, Iniesta fue también aplaudido en Huesca. Recuperar la mejor versión del interior es otro de los objetivos de Lucho para aspirar a cosas importantes.

Ter Stegen, que se ha llevado un susto en un despeje en el minuto 10, ha desbaratado el mayor momento de peligro de los locales al anular un uno contra uno de Guillem (m. 32). Ahí ha muerto el Huesca. Rakitic ha enviado otra falta al palo (m. 36) y Pedro ha firmado el tercero (m. 38) y se ha ido a celebrarlo con Montoya, que se ha quedado en el banquillo incluso en Huesca. Ha sido el segundo gol del canario en una temporada muy gris. El lateral de Viladecans, invisible para el técnico, ni siquiera ha calentado. Ha sido un espectador.

No ha faltado en el descanso el sorteo del jamón y la botella de vermut, un clásico entrañable de los campos más humildes. Con todo decidido, el Barça ha bajado el pistón, Luis Enrique ha sustituido a sus tres piezas más destacadas y dado minutos Sergi Roberto, Ié y Sandro. El Huesca, que nunca ha perdido la ilusión, ha tenido varias ocasiones y mereció algún gol, pero fue Rafinha el que ha cerrado la goleada.

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