El Orden del Puma Katari choca con pasajeros indisciplinados

No faltaron las malas costumbres e indisciplina de los ciudadanos durante el primer día de operaciones de los buses Puma Katari. Unos exigían subir o bajar en lugares inapropiados, otros ocupaban asientos reservados para personas de la tercera edad y también estuvieron presentes quienes simplemente critican el servicio.

Este lunes, el sistema de transporte paceño inauguró dos rutas, desde el centro hacia el macrodistrito Cotahuma y a San Antonio. Sólo por este día no se cobró el pasaje, lo cual fue aprovechado por los habitantes de estas zonas que llenaron las unidades municipales.

Durante la jornada, ERBOL pudo registrar algunas anécdotas que muestran la falta de cultura ciudadana apropiada para un sistema de transporte moderno que trata de respetar horarios y paradas.

Los “desordenados”

En inmediaciones de la avenida Busch, un hombre vestido de terno quiso aprovechar que el Puma Katari paró ante una luz roja para subirse a la unidad.

Cuando el anfitrión del bus le explicó que no se permitía subir o bajar “donde sea”, el hombre demostró su enojo golpeando la ventana. El agresivo fue silbado por los ocupantes del transporte quienes le reprochaban su actitud.

En las paradas, había filas de personas tratando de subir al bus. No obstante, cuando el transporte está lleno, uno puede ver cerrarse en sus “narices” las puertas de un par de vehículos antes de acceder a un lugar. Los choferes sólo permiten subir a la misma cantidad de personas que bajaron en la parada.

Cerca al parque Laikakota, un pasajero presionaba con insistencia el botón “stop” que anuncia la intención de bajar de la movilidad. Sin embargo, no había una parada alrededor. Una vez más el anfitrión tuvo que intervenir para explicar al ciudadano que debía esperar un lugar adecuado. Callado el hombre bajo la cabeza y aceptó aguardar.

No es que estaba desinformados de los protocolos del La Paz Bus, puesto que mientras se realiza el trayecto los anfitriones explican a los pasajeros la forma correcta de usar el vehículo. También aceptan preguntas, si todavía existen dudas.

El “desconsiderado”

En el tramo hacia Villa Salome, un joven, puede decirse universitario, se sentó en uno de los asientos reservados para personas de la tercera edad, mujeres embarazadas u otro tipo de ciudadanos con dificultades para mantenerse parados.

Una anciana subió al bus y todos miraban al joven esperando que brinde su asiento a la señora. Al no encontrar respuesta voluntaria, el anfitrión tuvo que invitar al universitario a que se levante. “Por favor le podría ceder el asiento preferencial a la señora”, le dijo y él aceptó en silencio.

Son cuatro lugares preferenciales, con sillas de diferente color, ubicadas al frente de la movilidad. En la parte de atrás, hay otros para personas con capacidades diferentes.

El “quejón”

“A ver, voy a probar”, decía en voz alta un hombre de aproximadamente 50 años que subía al bus, visiblemente enojado. No paró de quejarse todo el trayecto de la parada de Villa Salomé hacia el Parque Urbano Central (PUC).

Inquieto miraba, y re-miraba, todas esquinas del motorizado como tratando de encontrar algo de qué hablar. Sus críticas no tenían fin. Primero observó que el “exceso” de curvas en el diseño de la ruta, después expresó su disconformidad con el chofer, debido a que éste esperaba a que se sienten todos los pasajeros antes de partir y, por último, manifestó su decepción por la tardanza del transporte en hacer el recorrido.

Al parecer los “buenos días” que expresan tanto el chofer y el anfitrión no fueron suficientes para cambiar la predisposición de este ciudadano. Tampoco, los abrazos y los agradecimientos de las cebras en el PUC bastaron para cambiarle la “cara”.

Lo chocaron en su estreno

La tarde de este lunes, un taxi chocó contra un bus Puma Katari en inmediaciones de la calle Villalobos. Según los reportes en las redes sociales, el primer vehículo ocasionó la colisión al tratar de adelantar a la unidad de transporte municipal.

Algo negativo en los buses

Una anciana de cabello corto y blanco, que sólo puede caminar con la ayuda de un bastón metálico, encontró el obstáculo de las gradas de acceso al bus. El primer escalón es muy alto.

Para subir, ella tuvo que lanzar su bastón adentro de la movilidad, luego subir primero una de sus rodillas para impulsarse adentro de la unidad.