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Etnia Los Yuracares

Datos Generales

Población Total:
2755  habitantes
Ecoregión:
Amazonía
Departamento:
Cochabamba y Beni
Provincia:
Chapare, Carrasco y Moxos
Municipio:
Villa Tunari, Chimoré, Puerto Villarroel
Comunidad:
Ibare, Nueva Cotoca, Galilea, La Misión, La Boca, Santa María, Puerto Cochabamba, Nueva Esperanza, y otras.
Familia Lingüística:
Yuracaré
Actividad Principal:
Agricultura
Productos:
Maíz arroz, cítricos, café, maní, frijol, zapallo, yuca, plátano.
Vías De Acceso:
Terrestre: Desde Sinahota hasta Puerto Cochabamba y de Puerto Cochabamba a la Comunidad la Misión, camino de tierra. Fluvial: La vía de acceso fluvial se realiza, desde Puerto Cochabamba, navegando por el río Chapare; las comunidades Yuracaré de la zona baja, se conectan con la ciudad de Trinidad a través del río Mamoré.

Situación Demográfica
Evolución: El índice de crecimiento de la población Yuracaré es positivo.
Migración: Los Yuracaré, se desplazan: para sobrevivir, en busca de trabajo o de nuevas tierras potencialmente cultivables, para realizar el comercio de sus productos, abastecimiento de víveres, dentro de su región o fuera de ella, migraciones que generalmente son temporales.

Historia
Síntesis Histórica: Según la Antropóloga Eva König, las primeras referencias sobre los Yuracaré se encuentran en 1548, mencionándolos como afiliados de los Chiriguanos.

La primera noticia explícita, la da el P. Dominico Tomás Chávez, en 1639. El P. José Castillo en 1676 da noticias más amplias sobre este grupo, habiéndolos encontrado sobre el río Yapacaní. La región descubierta entonces, el actual TIPNIS, era la ruta que prefirieron utilizar los misioneros españoles, para dirigirse a Moxos desde Cochabamba y lograr comunicación directa con las misiones jesuitas del río Mamoré. El Obispo de Santa Cruz, Hervoso, propició la apertura de esa ruta y el P. Franciscano Marcos Meléndez, fundó Asunción de Yuracaré, en1768, cien años después del primer contacto, con los indígenas que vivían en los ríos Securé, Chapare e Ichilo, en el Chapare Cochabambino. En la vertiente oriental, en la provincia ichilo Santa Cruz, hacia 1793 se habían fundado las misiones de San Carlos, Buena Vista y Santa Rosa (actualmente del Sarah), pero antes, en 1788 la Audiencia de Charcas, había dispuesto que el comercio con Moxos se desarrolle a través de Santa Cruz, con lo que se condenó la prosperidad de las misiones de la región Yuracaré, volviendo rápidamente los indígenas a recuperar su independencia y vida nómada en las selvas. Por el año 1795, el explorador científico Tadeo Hanke, reportó las luchas interétnicas de los Yuracaré con los Sirionó y otras tribus.

En 1796 se fundó el Colegio Franciscano de Tarata, con lo que dieron comienzo los intentos por reducir a los indígenas en misiones al estilo de los jesuitas, pero una a una fracasaron por la resistencia natural de los Yuracaré a ser concentrados en un solo lugar.
A partir dl siglo XIX, se fundaron varias misiones franciscanas para la cristianización de los Yuracaré: Misión de Mamoré, Chimoré, Coni, Vista Alegre, Concepción, San Carlos, Bibosí.
Desde la segunda mitad del siglo XX, empezó la colonización del Chapare, formándose varios pueblos; los Yuracaré fueron ya desde entonces empujados hacia las tierras más selváticas y difíciles de habitar, al norte.

Los Yuracaré, siempre fueron utilizados como peones en la apertura de caminos, construcción de puentes y como cazadores-pescadores para los colonizadores quechuas y con la fundación de Todos Santos, en 1920, esta situación recrudeció, hasta que cansados de los abusos, los indígenas empezaron a meterse a los montes de las tierras bajas para no volver más a esa parte de su territorio ancestral.

A finales de la década del 50 y 60 del siglo XX, los miembros del ILV, tomaron contactos prolongados con ellos, para elaborar vocabularios, gramática y traducir la Biblia a su lengua materna, pero la renuencia y la aspiración de libertad de los Yuracaré pudo más que la tentativa de nueva reducción, aunque la dispersión actual reclama un reordenamiento, en la perspectiva de la defensa de sus derechos indígenas y territoriales.

Organización Social
La organización social de los Yuracaré, se basa en la familia nuclear, a través de lazos de parentesco consanguíneo y de alianza, constituyéndose la familia nuclear en la base de la red de relaciones, que empieza agrupando de dos a cinco familias en un asentamiento, el que tenía autosuficiencia para la producción y la subsistencia del grupo. La relación entre los diferentes asentamientos es la expansión de las redes de parentesco, que se desplazan a lo largo de los ríos de la región. Los asentamientos son de carácter semi-permanentes. Se dan las formas de residencia patrilocal, matrilocal o neolocal, pero cada familia nuclear es celosa de su independencia, aunque comparten una misma localidad, residencia o asentamiento.

Aspectos Culturales
Religión y Mitología: A los Yuracaré, se los considera un pueblo cristianizado y no sólo eso, sino que ha perdido en las últimas décadas mucho de sus aspectos culturales, cosmogónico, mitológico y de creencias ancestrales que organizaban su identidad profunda, merced a la sistemática aculturización a que han sido sometidos por Misión Nuevas Tribus,

Tierra y Territorio
Situación de Acceso y Tenencia de Tierra: El acceso a su territorio está seriamente amenazado por colonizadores, cazadores y madereros, por lo que los recursos naturales, se encuentran en franca disminución. El territorio Indígena del Parque Isiboro Securé, ha sido otorgado a los Yuracaré, Mojeño, Movima, por DS. 22610 con una cantidad de 1.236.296 has. Otras tierras que los Yuracaré comparten son las del Bosque de Chimanes y del territorio Indígena Multiétnico, dotadas por el Decreto Supremo 22611. Ambos territorios han sido titulados como Tierras Comunitarias de Origen.
Estado Territorio Indígena: Los Yuracaré en el marco de la Ley 1715, han solicitado al Gobierno, la dotación de tierras Comunitarias de Origen, exclusivamente para ellos, las mismas que se encuentran tituladas.

Infraestructura
Algunas comunidades cuentan con un sanitario.

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